«Heredarás la cultura»: una mirada paradigmática hacia los organismos nacionales.

(Escribe daniel otero) .-Pocos o nadie se han detenido a pensar que uso tendrá o se le dará a la gigantesca maquinaria de la cultura que puso en marcha el kirchnerismo durante los diez últimos años. Una incógnita se abre.

 

Por regla general, cuando los ciclos de gobierno tocan su fin, comienzan los planteos respecto a las grandes obras encaminadas, los históricos reclamos de prosecución, las discusiones en función de los temas trascendentales o históricos: salud, rutas, seguridad, economía. Las fuerzas políticas esgrimen sus mejores argumentos en función de los escenarios y también, miden sus visiones de acuerdo al rating posible del tema o acaparación en términos numéricos de las voluntades que interesa la cuestión.

Pero pocos o quizás nadie de los posibles sucesores, ha puesto bajo la lupa un dato de tremenda importancia: la herencia en el campo de la cultura que deja el período de los Kirchner.

Pocos países, con la excepción de Canadá o Brasil, Portugal, han dedicado a la cultura tanto presupuesto como lo hizo Argentina en esta última década. La labor dejada por Coscia en estos 8 años no puede ser calificada sino como impecable. Tecnópolis ha permitido que cientos de miles de chicos del extenso país que habitamos, puedan conocer las distintas expresiones de la cultura y manifestaciones universales.

El kirchnerismo a través de Tecnópolis, ha creado una suerte de sintaxis propia con la cultura, un metalenguaje excepcional con el cual ha creado verdaderas redes de fusión y comunicación complementadas desde el plano multimedial, democratizando el acceso de miles de realizadores, artistas de las más diversas disciplinas, creadores de los distintos puntos en los cuales se enlaza la cultura. El ahora recién creado ministerio de Cultura, potencia, refuerza la idea de gestión y afianza la visión estratégica y visionaria que tuvo Coscia en su momento.

Fue un momento en el cual se abrieron las puertas a las provincias argentinas y los creadores pudieron acceder a financiación para sus proyectos, becas, subsidios o subvenciones. Se igualó al productor cultural de la Quiaca con el de Bs.As. ¿Les parece poco?

Con respecto al plano tecnológico – cultural, Argentina pudo disfrutar en estos últimos años, de los mejores espectáculos como el ofrecido para el bicentenario, aglutinando millares de personas bajo la consigna del arte, con potentes herramientas multimediales sumadas a la actuación en vivo, que permitieron un equiparamiento de condiciones con las mejores capitales del mundo.

La interacción entre los creadores y los canales de televisión, la edición y participacion en el tramado cultural de la argentina, fue y será una poderosa herramienta de integración. Pero ahora se trata de atravesar una etapa clave: ver en manos de quien / quienes quedará esa poderosa arma llamada cultura. Habrá que ver si sus nuevos usuarios y dinamizadores conservarán la mega estructura construida durante esta década, observar que matiz tomará este sistema de comunicación, este formato de integración social y de neto corte argentino.

Sería interesante que los aspirantes a la presidencia y sus equipos, vayan esbozando sus primeros borradores y los hagan públicos. Argentina ha ganado muchísimo espacio en el terreno de la cultura y esto no puede obviarse. No solo eso: tenemos pabellones culturales en la mismísima bienal de Venecia, hay artistas que han actuado y filmado en la Antártida, talentos que por primera vez han logrado incluirse en un circuito cultural organizado. Por primera vez en la historia de un país, hay un sistema cultural / comunicacional multiplataforma, abierto, pluralista y dogmático, que respeta las idiosincracias y los formatos de cada región, a través del fondo nacional de las artes, por ejemplo.

Se impone por parte de las fuerzas y trabajadores de la cultura, solicitar un anteproyecto garantista y de prosecución en la labor de las estructuras, a quienes aspiran a la máxima jerarquía de la nación. Y por parte de estos últimos, mostrar sus equipos, anteproyectos o borradores para el flamante ministerio de cultura que ahora lo ocupa Teresa Parodi.

He ahí el desafío, como siempre ha sido: el campo de las ideas.